CORRAL DE COMEDIAS DE ALMAGRO
El Corral de Comedias de Almagro es conocido por ser el único que permanece activo. Está situado en la Plaza Mayor de Almagro y fue construido por Leonardo de Oviedo, el cual pidió permiso al Ayuntamiento para la edificación del corral en el patio del mesón del toro. Invirtió en la construcción más de cinco mil ducados, una auténtica fortuna de la época. En su origen el corral de comedias ocupaba una superficie de 622 m, algo más del doble de lo que conserva en la actualidad.
En el siglo XVIII, con la prohibición de los corrales, se convierte en el Mesón de la Fruta, conociéndose desde mediados del siglo XIX como la Posada de las Comedias. En 1950, el dueño de dicha posada, mientras realizaba unas obras, encontró una baraja española pintada a mano fechada a principios del siglo XVIII. Puso el hallazgo en conocimiento del Ayuntamiento y su Alcalde, Julián Calero, la trasladó al gobernador civil de la provincia. Don José María del Moral, por éste y otros documentos, supuso que en ese lugar podría haber existido un corral de comedias.
Se iniciaron las obras y apareció la zona del escenario prácticamente intacta, estaba muy parcelado y en manos de distintos dueños.
Tras el proceso de expropiación y restauración se inauguró en 1952.
Entre la puerta de la calle y el patio se encuentra un zaguán empedrado, en él se encuentra la Cruz de Calatrava. En él había instalado un mesón que funcionaba regularmente hubiera o no representación. En su parte izquierda hubo un fuego manchego y en una de sus pajeras aparecieron la baraja fechada en 1725. Desde el mismo se abría una cancela de madera que comunicaba directamente con el patio (sala).
El corral está sustentado por 54 pilastras de madera con sus zapatas; las inferiores están montadas sobre un tosco casamiento de piedra para protegerlas de la humedad del suelo.
La alojería (moderna cafetería de nuestros días) estaba situada al lado de la cancela de entrada al patio.
Los dos laterales se completaban con estrados o gradas que eran ocupados por comerciantes, militares, funcionario.., gente de un nivel social más elevado que en el resto del patio que sólo podía ser ocupado por gente llana (a este patio se le llamaría Patio de Mosqueteros).
Los aposentos privados estaba situados en los laterales del escenario y se alquilaban sólo a familias nobles, por un periodo determinado de tiempo. Las tupidas celosías permitían ver sin ser vistos…Poseían accesos independientes del resto del edificio para mantener el anonimato de sus ocupantes.
La cazuela era el lugar desde donde veían la representación las mujeres. Así lo exigía la estricta moral de aquella época. Estaba situado enfrente del escenario, en la primera planta del edificio. Los accesos eran independientes del patio y corredores, y se comunicaban con la entrada. El corredor lo ocupaban las instituciones tanto civiles como eclesiásticas.
El escenario está situado en la parte opuesta de la entrada y detrás se encuentran los camerinos. La pared del fondo cuenta en su parte superior con un corredor de tres balcones de barandilla que asoman a la escena, y en el lado derecho la puerta de acceso a los cómicos. Bajo el entarimado está el foso, donde se alojaba la compañía con todos sus enseres.
Durante el Siglo de Oro toda manifestación teatral era conocida como “comedia”, excepto los autos sacramentales. Las representaciones se organizaban en función de las siguientes normas:
- La temporada comenzaba el domingo de resurrección y terminaba el miércoles de ceniza.
- Estaba prohibido fumar
- De octubre a abril la comedia empezaba a las dos de la tarde, en primavera a las tres y a las cuatro en verano, para finalizar antes de la puesta de sol. Su duración estaba entre cuatro y seis horas.
- La estructura de una función era: Loa, primera jornada (acto), entremés, segunda jornada, jácaras o mojigangas, tercera jornada y baile final.
- Los hombres y las mujeres no podían estar juntos. Los hombres ocupaban el patio (en gradas laterales, bancos en el patio y de pié) y las mujeres en la grada de las cazuelas.
- Los niños no podían entrar
- El precio de la entrada no era un precio global
- En ciudades universitarias estaba prohibido representar entre semana para que los estudiantes no se distrajeran
- Dos de las figuras más características de los corrales eran:
El mantenedor de orden à mozo recio del lugar que, provisto de un buen garrote, templaba los ánimos de todos aquellos que se exaltaban
En los corrales de comedias no había aseos y las condiciones higiénicas no eran las más adecuadas. Con la llegada, a mediados del siglo XVIII , los distintos gobiernos ilustrados comienzan a prohibir las representaciones en estos locales. La falta de higiene, el riesgo de incendio…A esto hay que añadir el desarrollo de una burguesía que no quiere asistir a las comedias en espacios incómodos y la aparición de espectáculos metateatrales como los que requieren de espacios cerrados con un tratamiento acústico específico.
A finales de siglo se decretó la prohibición , la mayoría desaparecieron, otros se transformaron en teatros a la italiana.
La recuperación de este espacio dio origen al Festival de Teatro Clásico de Almagro . De carácter internacional.
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