domingo, 1 de abril de 2012

La técnica Alexander III



LA TÉCNICA ALEXANDER


En un principio eran actores, músicos y artistas en general los que llenaban el despacho de F.M. Alexander. No obstante el efecto de esta técnica en el organismo es tan amplio que se podría decir que todo aquel que tiene "cuerpo" puede beneficiarse de ella, tanto si se sufre dolor, como si simplemente se quiere mejorar el control de uno mismo, o como medio de exploración personal. 
Podríamos destacar que en la actualidad se diferencian grandes grupos de personas que acuden a las clases: 
  
Personas que sufren dolores o afecciones derivados de la excesiva tensión: dolores de espalda, cervicales, ciática, lumbago, codo de tenista, o hernias discales. Problemas de locomoción, circulación, asma, migrañas, restriñimiento, tartamudez, etc.
  
Personas que padecen alteraciones en el carácter: 
ansiedad, inseguridad, depresión o baja autoestima. Muy a menudo acuden a las clases pacientes derivados de fisio o psicoterapeutas que reciben lecciones como complemento a su terapia.
  
Actores, modelos, cantantes, músicos, bailarines, deportistas, jinetes, políticos o conferenciantes que precisan de un control ajustado de su cuerpo para poder ejercer con el máximo rendimiento su actividad, sin que se vean frenados por el exceso de tensión y falta de control y fluidez tanto mental como física. O también Quien busca una transformación personal 

Con el reciente auge de la psicología humanista y la difusión cada vez mayor de las filosofías orientales se ha producido un cambio acerca de la idea de la indivisibilidad cuerpo-mente y del enfoque que esto representa con respecto al concepto que se tenia tradicionalmente. La T.A. brinda las herramientas necesarias para adentrarse en ese conocimiento personal por lo que es un instrumento fundamental para los que buscan una transformación hacia el bienestar y la salud. 
   
¿Qué no es la técnica Alexander?
 
Extracto de "On categorazing the alexander Technique" Por: Walter Carrington 
El público en general conoce poco sobre la Técnica Alexander e inevitablemente la clasifica como una forma de terapia alternativa, cosa que no es. Es muy importante que tengamos una idea clara sobre dónde está la Técnica en relación con otras disciplinas, pues la confusión puede acarrear consecuencias poco deseables Si alguien acude a un profesor de Técnica Alexander con la impresión de que va a encontrar alguna clase de terapeuta o sanador, seguramente sus expectativas no serán satisfechas. No sólo esto; incluso es posible que culpe al profesor de no hacer lo esperado y del fracaso del tratamiento. El profesor de Técnica Alexander no espera "curar" a nadie (sea lo que sea lo que el alumno entienda por curar). Así que éste se verá desilusionado si el profesor "falla". No sólo eso, sino que si sus síntomas y problemas persisten o incluso aumentan será culpa del profesor. Le acusará de haberle hecho daño y esto pone al profesor en una difícil situación. Y todo esto por la falta de claridad sobre la naturaleza y los objetivos del trabajo. Nuestro trabajo se asienta en el campo de la educación para la salud; no somos terapeutas, somos "profesores especializados". Alexander hizo ciertos descubrimientos y observaciones únicos sobre la salud y el bienestar del individuo y desarrolló una técnica práctica para llevarlos a efecto. Cuando Alexander tuvo que afrontar sus problemas vocales, quiso encontrar la causa, y lo que halló fue que era la manera en que usaba su voz lo que bloqueaba el funcionamiento de su mecanismo vocal. Específicamente encontró que cuando iba a hablar interfería con el funcionamiento de sus mecanismos posturales: su estatura disminuía, su cuello se contraía, su cabeza se iba hacia atrás y además comprimía la laringe. Toda la tensión creada por esta forma de "usarse", de hacer determinadas cosas, extenuaba su mecanismo vocal, ocasionándole ronquera e incluso pérdida de la voz. Descubrió que era su manera de usarse lo que ocasionaba el problema. Fue a partir de la observación y el reconocimiento de este "mal uso" o "mala utilización" de sí mismo donde encontró el camino hacia la solución. No es que Alexander tuviera mayor capacidad de diagnosis que los médicos a los que consultó, simplemente ellos no hicieron esta crucial observación, porque no eran conscientes de cómo se usaban y cómo esto afectaba su propio funcionamiento.






 

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